Un mal mantenimiento de tu vehículo puede provocar fallos en su funcionamiento que, como última consecuencia, puede ocasionar accidentes y poner en riesgo tu vida y la de tus seres queridos. Por eso, insistimos siempre en lo mismo: la ITV salva vidas.
Algunas de estas fallas mecánicas son muy habituales y las encontramos diariamente en los procesos de inspección que desarrollamos en nuestros tres centros. Por eso, es conveniente que prestes especial atención a estos 5 factores señalados por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehiculos (AECA-ITV), como problemas técnicos más frecuentes durante 2019.
- Luces: alumbrado y señalización. Según la AECA-ITV, casi el 28% de los problemas detectados en las inspecciones técnicas se corresponden a este grupo de fallos. Revisa bien tu alumbrado antes de traer el vehículo y resuelve las incidencias que encuentres.
- Ruedas: ejes, neumáticos y suspensiones. Según la AEC-ITV, los fallos correspondientes a los elementos encargados de hacer rodar el vehículo son casi el 18% del total de problemas detectados. Merece la pena, ante la menor sospecha de problema, realizar una revisión de rótulas, muelles, amortiguadores y estado de las cubiertas.
- Emisiones: una mala combustión o un mal reglaje del motor pueden provocar emisiones contaminantes que superen lo permitido. Es, sin duda, uno de los 5 grupos de fallos más habituales (casi el 14%). Acude a un taller que disponga de los dispositivos de medición adecuados y corrijan cualquier incidencia en el motor que provoque este exceso de emisiones.
- Frenada: aunque los problemas vinculados a los sistemas de frenos son menos frecuentes, están entre los 5 más habituales (con algo más del 12% de incidencias). Los frenos de un vehículo son una de las partes más sensibles y que afectan, si funcionan incorrectamente, a la seguridad del vehículo. Ante la menor sospecha de problemas en discos, zapatas o pastillas, no dudes en acudir a tu taller para resolverlo antes de ir a la ITV.
Y si bien estos son los principales problemas detectados en las inspecciones, es conveniente resolver problemas vinculados con la carrocería, ya que no debe presentar roturas, aristas ni otras imperfecciones; vigilar los niveles de anticongelante y estado de aceite y filtros; y, por último, un clásico que aún nos sorprende… ¡placas de matrículas ilegibles!
Si eres consciente de cualquiera de estos fallos y quieres evitar que tu vehículo sea rechazado, es conveniente visitar antes a un taller y resolverlo. Ahorrarás tiempo y dinero. Pero sobre todo, ganarás en seguridad.